Versionitis · 5 noviembre 2008, 02:10

Opinión

Os voy a contar una historia que aconteció el otro día en la oficina y que me ha hecho pensar en ciertos problemas que tienen los programas privativos y que muchas veces pasamos por alto al analizar su uso e implantación:

Resulta que, a saber a santo de qué, un compañero de trabajo se instaló por su cuenta y riesgo la versión 2007 de las Microsoft Office.

Lo curioso del asunto es que lo hizo:

  • A pesar de que el resto de la oficina trabaja con las MS Office 2003 (y algunos lo hacemos con OpenOffice), con lo cual nunca hemos tenido problemas de interoperabilidad.
  • A pesar de que cualquier instalación de software debe hacerse a través del departamento de Informática.
  • A pesar de que era una versión “pirata” de origen desconocido.
  • A pesar de que el usuario es Diseñador Gráfico y el uso que hace de las suites ofimáticas no va más allá del de leer algunos documentos que le envíen y crear alguna que otra plantilla.

A pesar de todo eso y en vista de que la nueva versión le salía “gratis”, decidió instalarla.

MS Office 2007 Box

Seguidamente, apareció por el departamento de Informática otra compañera. Os relato el diálogo que tuvo lugar:

— ¡Hey! ¡¿Cómo es que “fulanito” tiene una versión distinta de las Office a la mía?! ¡Yo quiero una igual, se ve mucho más bonita que la que uso yo!, ¿Por qué no me la instaláis?

¿Qué es lo que vas a poder hacer con las MS Office 2007 que no estés haciendo con las MS Office 2003 para tu trabajo ? – Le dije yo.

— [...] – Y tras poner cara de “OWNED”, se marchó...

Este ejemplo real viene a ilustrar perfectamente el problema de la versionitis que sufren la mayoría de usuarios de software propietario.

Es esa necesidad, sin fundamento alguno, de querer tener la última versión de cualquier programa:

  • Porque si es más nueva, será mejor (aunque yo no sepa si es o no mejor)
  • Porque tiene “más cosas” (aunque yo no sepa qué cosas son esas o si realmente las necesito)
  • Porque es más moderna (aunque ocupe más y consuma más recursos)
  • Por que lo tiene “todo el mundo” y yo no (aunque “todo el mundo” sean 4 personas que lo instalaron de manera ilegal)
  • Por que lo quiero tener en “mi” equipo (aunque no sea tu equipo, sino de la empresa)
  • Porque, total, como “es gratis”... (aunque no sea gratis)

Windows XP Pirata

En realidad, este tipo de actitudes y conductas, sobre todo dentro de una empresa, no salen nunca gratis, aunque poca gente es capaz de ver el coste real que tiene la instalación indiscriminada de programas que motiva la “versionitis“.

En concreto, y en este caso, hay costes, y son los siguientes:

  • Ahora hay otro programa ilegal más en la oficina.
  • Las versiones de documentos de MS Office 2007 no son compatibles hacia atrás. Habrá problemas de vesiones de archivos tarde o temprano que no deberían existir si todos usaran la misma versión del programa.
  • La versión del nuevo programa habrá sido descargada de Internet, seguramente llevará crack o irá crackeada. Mucha gente piensa que alguna alma caritativa ha invertido su tiempo y su dinero en crear dichos cracks de forma altruista sólo para que llegues tú y te ahorres ese tiempo y ese dinero sin dar nada a cambio… Es casi seguro que esa versión pirata, esos cracks, contengan algún virus del que alguien pueda sacar provecho...
  • Se crea una diferenciación artificial entre los usuarios, de modo que si uno puede instalarse el programa que quiere, ¿Por qué no deberían hacer lo mismo el resto?... y eso, tarde o temprano traerá más problemas….
  • Se perpetúa la idea de que todos los programas son gratis, aunque el coste real que tiene en tiempo y sueldos de la gente que luego tendrá que atender y solucionar todos estos problemas derivados no es gratis (se pasa bastante tiempo reinstalando, formateando, limpiando virus, solucionando problemas… y eso se paga).

Y todo por que alguien pensó que era mejor instalar todo un programa nuevo en lugar de decargar un pack gratuito de plantillas de documentos para la versión que ya usaba o usar un programa libre que evitaría muchos de los problemas que traerá la instalación de esa versión pirata de un programa que, en realidad, puede que no se necesite…

— jEsuSdA 8)

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Comentarios

  1. Mmmm, buen planteamiento. Pero además, no hay que olvidar (dentro de que el software sea mejor o peor, o tenga un precio excesivamente abusivo) que en su desarrollo trabajaron personas que también comen, por lo que piraterarlo ‘sin necesidad’ es un flaco favor hacia el trabajo de esas personas…

    Hace tiempo que abogo por las herramientas libres/gratuitas (o de pago si se da el caso, previa apoquinación del importe que proceda) y, lo más importante, por lo que comentas: sólo lo que realmente necesite, obviado aquellas características que rara vez usaré.

    Buen post,

    Saludos.

    — David · 5 noviembre 2008, 07:59 · #

  2. No hay mas que ser informático y tener que formatearle el ordenador a tu familia y amigos para ver la ligereza con la que la gente piratea y se instala software pirata en este país, lo ven lo mas normal sin darse cuenta de que en realidad es un delito y luego pasa lo que pasa:
    http://www.channelinsider.es/es/noticias/2008/11/04/microsoft__indemnizada_con_143_000_euros_por_seis_tiendas_de_barcelona

    Saludos,

    — TxEtXu · 5 noviembre 2008, 09:08 · #

  3. Muy a mi pesar, he de decir que la versionitis no se limita al software privativo, también está en nuestro querido mundo linux.
    De hecho, yo mismo sufría de esta “grave enfermedad” en mis principios linuxeros-ubunteros. En aquel tiempo estaba deseando que apareciera la nueva versión de la distribución para tener la última versión del programa X. Ahora desde Debian, veo las cosas de otra manera y prefiero tener la “penúltima versión” en vez de un sistema inestable cada 6 meses.
    De todas formas, la versionitis parece estár más extendida en win, o si no ya me contarás para que quiere una persona el Nero 9 teniendo una grabadora de CD’s.

    DoVerMan · 5 noviembre 2008, 09:12 · #

  4. Yo no soy usuario de Office. Lo tengo instalado, como todo el mundo, porque es la suite ofimática estándar “de facto”, y si un día te mandan un documento importante prefiero verlo tal y como lo hizo el autor que abrirlo con Office.

    Dicho ésto, el problema de la versionitis no es algo que sólo afecte al universo Microsoft. Y es que todas las versiones de distros de Linux sacan una versión cada poco y todos queremos tenerlas actualizadas. Vamos, yo no conozco a nadie que tenga aún una Ubuntu 6.10 o una Fedora Core 3, cuando es bien sabido que funcionan perfectamente.

    El problema es algo conceptual que no viene del mundo informático, sino de la sociedad en su conjunto: queremos lo nuevo porque “tiene” que ser mejor. Así, cambiamos de coche, de casa, de reproductor de MP3 de cámara de fotos, de presidente…

    Capitalismo, vamos.

    Chau

    PD. el office 2007 es una caca pinchada en un palo :P

    sanatox · 5 noviembre 2008, 09:14 · #

  5. Yo creo que el problema de la versionitis es más fuerte en Linux que en Windows, por lo menos en mi caso.
    En Windows muchas veces por vagancia de tener que piratear la nueva versión al final no lo instalaba.
    En cambio en linux es escribir un comando y ya se actualiza.
    ¿Me darán la baja para curarme de este mal?

    Alberto · 5 noviembre 2008, 20:43 · #

  6. Pues yo tengo que reconocer que padezco versionitis, pero es que a veces, los salos entre versión y versión son demasiado grandes como para quedarse sin las últimas ventajas. Por ejemplo, Inkscape, a cada versión nueva añade más funcionalidades que son difíciles de renunciar. Y es que en la universidad tenemos el Inkscape 0.44, y ahora están desarrollando el 0.47, y en cada versión han metido muchísimas cosas.

    El caso de GIMP 2.6, es difernete, porque la mayoría de mejorías respecto de la versión 2.4 son internas, pero es que en clase tenemos el GIMP 2.2, y ya me harto, porque no tiene muchas cosas que si que tiene el 2.4 y que son utilísimas. Por ejemplo, no deja tener capas opacas, salvo la de fondo, el cuadro de guardar en PNG se sale de la pantalla, y las teclas están cambiadas. En casa uso el 2.4 (tanto en Windows como en Linux) y funciona bastante bien.

    Otro caso es Firefox, que no tenemos Firefox 3… Y el AMSN, no hay forma de que se conecte.

    — Usuario de EUP · 5 noviembre 2008, 22:26 · #

  7. La versionitis es la forma virtual de estar a la última, sea lo que sea eso…

    Tener el último móvil, el último mp3, el coche último modelo, la bici de carreras (cuando se habian puesto de moda! :D), la ropa de moda, el programa de moda… o sea, lo ultimo que se usa.

    Yo he decidido ir una generación por detrás en casi todo, siempre es mas barato y las funcionalidades son casi las mismas.

    Otra cosa es el mundo del software libre, que estar “a la ultima” es casi automatico.

    josepzin · 6 noviembre 2008, 10:58 · #

  8. La gente se estupidiza… a mi dejáme con el Office 2000, luego de allí no mejoraron mucho y mas bien le erraron con los cambios.

    :)

    OpenOffice me gusta pero me descalabra algunos archivos de Word al abrirlos.

    — Lucía Fernanda · 6 noviembre 2008, 12:06 · #

  9. Interesante el artículo, si señor. Opino que muchos de los usuarios de Linux solemos padecer de versionitis, aunque lo veo de una forma diferente el sufrir este “mal” en Windows que no en Linux.

    No lo veo de la misma forma (olvidando el asunto ileg#l) la forma de actualizar en Windows, que parece que la mayoría lo hacen por estar al día, a la moda, o a saber que utilidad, porque a veces preguntas y no saben que decirte… Que no las actualizaciones que podemos hacer en Linux, que aparte de ser de todo el sistema de una tajada, si no activamos según que repositorios, podemos tener la confianza de que el sistema no va a “volar” en pedazos. Parece que es una versionitis mas sana, ¿no?

    Saludos!

    — Ragnarok · 6 noviembre 2008, 19:14 · #

  10. Hola a todos!

    Quería hacer un comentario pormenorizado, pero justo Ragnarok ha dado en el clavo con su comentario.

    Efectivamente, ese ímpetu por actualizar sin ton ni son está claro que es perjudicial con independencia del sistema operativo que se use, pero no hay que olvidar que la mayoría de las actualizaciones en distribuciones de Linux van más en la línea de mejorar y corregir.

    Los creadores de aplicaciones privativas tienen la obligación de sacar una nueva versión de su producto cada cierto tiempo para mantener a flote su negocio, mientras que en el software libre el desarrollo es más constante y sólo se sacan versiones para corregir errores o añadir funcionalidades nuevas (que generalmente han sido solicitadas por los propios usuarios).

    El caso más extremo lo tenemos en Debian, que siendo una de las distribuciones más maduras, tiene unas pocas versiones publicadas y hacen valer su conocido dicho de: “La nueva versión estará cuando esté”, es decir, cuando realmente esté en condiciones de ser publicada.

    Además, las migraciones de aplicaciones privativas tienen una pega que no tienen las aplicaciones libres, y es el coste económico y, por la propia idiosincrasia del software privativo, de seguridad, rendimiento y estabilidad de los sistemas.

    Salu2 de jEsuSdA 8)

    jEsuSdA 8) · 6 noviembre 2008, 19:44 · #

  11. Hay que diferenciar por qué y cómo se dan las versiones. En el mundo privativo está clarísimo que las nuevas funciones se entregan con cuentagotas para poder vender año tras año nuevas versiones, y por lo general rompiendo la compatibilidad con los programas viejos.
    Es todo por el dinero, y la gente que se engancha en esa versionitis aunque con software pirata no está haciendo otra cosa que ayudar a mover todo el mercado hacia donde las corporaciones quieren.
    La piratería en ese sentido es funcional a esa forma de comercio, donde los que realmente pagan son esclavos de una empresa que les vende una y otra vez lo mismo con pequeños retoques.
    En GNU/Linux existe algo totalmente diferente: el veradero motivo de la actualización constante es que el software se va perfeccionando, y de una versión a otra hay cambios sorprendentes. Ya mencionaron Gimp, y también Inkscape, y cualquiera que los conozca sabe que los cambios entre una versión y la nueva son notables, y para muchos usuarios justifican el cambio, porque esas cosas nuevas son cosas que estaban esperando.
    Son mejoras para arriba, y en la mayoría de los casos al mantenerse la compatibilidad hacia atrás, por lo cual la gente que lo desee puede seguir con las versiones anteriores sin tener que preocuparse por la interoperatividad.
    Además tengamos en cuenta que en GNU/Linux usamos muchísimo software que ni siquiera está en la versión 1.0 (Inkscape, por ejemplo) y el estar usando cada versión sirve también para que contribuyamos reportando errores y de ese modo la versión final sea un software de excelente calidad.

    En fin, me alegra mucho estar del lado donde la versionitis es una ventaja y no una enfermedad ;-)

    Gez · 10 noviembre 2008, 05:31 · #

  12. Hola Jesus, vaya muy interesante su pagina en cuanto a la otra tambien muy muy interesante http://sol.blogia.com/ y sobre todo con un poco de humor :)

    — Soledad · 10 noviembre 2008, 13:24 · #

  13. Yo también he sido usuario durante mucho tiempo de versiones piratas y he tenido algo de versionitis como todos. Por ejemplo con Corel, que la version que he usado siempre ha sido pirata (aunque no me he preocupado por conseguir versiones nuevas puesto que con la versión que tengo estaba plenamente cubierto).

    Pero desde que estoy utilizando GIMP estoy superagusto y me siento mucho mejor utilizando un software para el que no he tenido que hacer cosas ilegales.

    Además, gracias a post como este y a los comentarios, estoy “aprendiendo” y “entendiendo” algunas cosas como el hecho de que si lo que tenemos nos funciona bien y es lo que necesitamos, ¿porqué conseguir nuevas actualizaciones/programas/aplicaciones?

    En una película de dibujos “Robots” http://www.hruiz.com/pelis/public_ver_peliculas_detalle.php?cod=3
    hablan más o menos de este tema.

    — Juan Antonio · 16 junio 2010, 15:59 · #

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