Antes de progresar en la charla, primero deberemos definir cosas que damos por hechas, como ¿Qué es la web?.

El aspecto es importante, pero los usuarios buscan y consumen contenidos.

Los contenidos son los que varían, se actualizan, se indexan, se comparten, se comentan, se descargan...

Las web son PARA los usuarios.

Deben ser sencillas, útiles, no forzar ni obligar al usuario a seguir una navegación guiada.

Deben adaptarse al usuario y al entorno del mismo.

Si fuera posible, debe fomentarse la interactividad.

A veces, el diseñador confiará en el código generado automáticamente por el programa de diseño gráfico para exportar directamente a web. Como norma general, esto es una muy mala idea.

Con bastante mal criterio, muchos elegiran desarrollar la web íntegramente en flash.

Algunos usarán la vista de código, pero por desgracia, la mayoría optará por la vista diseño para maquetar y codificar las web, perdiendo así cualquier control sobre el código html y css generados.

Para la mayoría sólo existe un navegador y un sistema. Muchos usuarios quedaremos vetados por el mero hecho de preferir un navegador distinto, usar un sistema operativo diferente o simplemente por nuestra propia diversidad funcional.

Durante todo el proceso de diseño y desarrollo web, será común intercambiar documentación e informes usando formatos propietarios. Microsoft Office será, desgraciadamente, el estándar de facto.

La cantidad y diversidad de programas involucrados en el diseño web es realmente amplia. Pese a que por simplicidad sólo se han tenido en cuenta las principales aplicaciones para las principales tareas, si se quisiera ser riguroso en el estudio de costes relativo al uso de software privativo, deberíamos tener en cuenta TODOS los programas usados.

Durante mucho tiempo nos han adoctrinado para que valoremos más la apariencia que la esencia, el aspecto que el fondo de las cosas.

Hasta tal punto nos han influenciado así, que despreciamos a la gente sin conocer su valía, sólo por que se parezcan a lo que se nos dijo que deberían parecer para ser quienes son.

Así, por ejemplo, es común que en el mundo de las nuevas tecnologías la valoración profesional de una persona, a veces, se evalúe teniendo en cuenta el aspecto que tiene y las herramientas que usa, en lugar de por sus conocimientos y capacidades.

Definición según la Real Academia de la Lengua Española.

Qué es más importante, ¿El indio o la flecha?, ¿La raqueta o el tenista?...

NOTA: Idea extraída de una reflexión y conferencia de mi gran amigo Gez; profesional donde los haya, que sólo usa software libre en el desarrollo de sus sobresalientes trabajos.