Sinitaivas: Historias de Otto el Piloto por jEsuSdA.
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A veces quería desprenderse de
él, a veces quería verse sentado junto a la redonda
puerta de Bolsón Cerrado, fumando en pipa un buen tabaco de la
Cuaderna del Sur.
Y sin embargo aún seguía notando el peso de su
carga, y cada vez se le curvaba el cuerpo como agobiado por el peso del
anillo. Y sabía que no había vuelta atrás, y
conocía perfectamente que debía seguir en la
dirección de las sombras, aunque no supera el camino...
A veces pensaba que podía conseguirlo, y se imaginaba que de
alguna manera todo saldría bien, ..., pero la mayor parte del
tiempo notaba sobre sí tal presión que se sentía
desfallecer,..., que prefería desfallecer, pues poco le
importaba el fin que encontrara, con tal de hallarlo pronto...
Sin embargo, ahí estaba Sam, arrastrándolo, cargando con
la parte de la carga que aún le permitía llevar, ..., y
le decía: "No se rinda, señor Frodo, no le dejaré
solo en estas oscuras tierras, no me daré por vencido hasta que
llegue el fin".
Yo no soy Frodo, ninguno lo somos, ni nuestras gestas, por suerte o por
desgracia, no serán tan grandes ni tan graves, tan cruciales ni
tan decisivas para todos, ni para nosotros mismos. Pero en cierto modo
todos llevamos nuestra carga, tan preciada como abrumadora. Y es una
carga que de alguna manera, intentamos llevar a su destino, para
deshacernos de ella...
Supongo que todos deseamos, alguna vez, no haber emprendido ese viaje a
no se sabe bien dónde; a mí me pasa que a menudo me
pregunto que hubiera sido de mí si no hubiese dado aquel primer
paso que inició el camino...
Y me imagino en otros lugares, lejos de aquí, más dulces,
más tranquilos, menos sombríos, con alguna otra
ocupación más reconfortante y placentera que portar mi
carga, ese pesado "anillo" que me agobia, este nudo en la garganta,
este "daño", que es tener que concluir mi viaje.
Y a menudo me encuentro sin ningún "Sam" que me ayude a llevar la carga o que me anime a seguir adelante...
Pero otras veces siento, en la tribulación de mis
sombríos pensamientos, en la negrura de las dudas, una luz clara
que me dice que las grandes hazañas lo son por lo arriesgado que
fue llevarlas a cabo; una luz clara que me dice que de algún
modo, tarde o temprano, yo también he de volver crecido a "La
Comarca", tras culminar el viaje, satisfecho y orgulloso de dar fin a
mi gesta...
Pero aún me pregunto si, como Frodo, no habré consumido
un poco de mí mismo en esta extraña travesía...