Sinitaivas: Historias de Otto el Piloto por jEsuSdA.
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Marqué con un gran círculo tu
nombre, señalando en el mapa dónde esperaba encontrarte,
un último vistazo al cielo, una última mirada a mi trasto
y viejo planeador... y un salto, eso era todo lo que mi viaje dio de
sí...
Mirando fijamente a sus ojos, humedecidos por las lágrimas que
despacio brotaban, veía mi reflejo, el brillo de mis ojos
humedecidos por las lágrimas que despacio brotaban...
Apreté su mano con fuerza para que sintiera mi presencia y quise
acercarme cuanto pude a su pecho para sentir los últimos latidos
de su corazón en agonía...
Mientras la miraba fijamente recordaba cada instante de mi vida con
ella: ... el verde parque, su espontánea risa, los largos
paseos, sus cándidos ojos, su pequeño corazón
latiendo por mí y el mío por ella, y nuestras vidas
anudadas fuertemente por el atardecer en el círculo polar.
En el momento en que su vida se apagaba lenta y silenciosa, la
mía perdía significado y se esfumaba cualquier rastro de
sentido que tuviera como si una parte de mí, o quizá todo
yo, hubiese muerto con ella...
Su último aliento, tan suave, tan desgarrado, tan seco, tan
frío... estaba tan cerca que pude sentirlo sobre mi cara
humedecida por las lágrimas como una caricia que me agrietaba,
me aturdía y me helaba por completo...
Cayendo entre la bruma, imaginando volar, pero cayendo...,
soñaba por última vez encontrar una respuesta, un gesto,
que diera explicación a aquellas vidas apagadas...
Silencioso y espectante, una respuesta a mis plegarias que nos
devolviera unas vidas demasiado extrañas y demasiado tristes...
Cayendo eternamente por el peso de cada gris recuerdo imaginé no
haber vivido aquella vida ni viajado por los cielos, no haber hablado
con palabras, no haber saltado nunca...
Pensaba quedarme allí todo el tiempo que hiciese falta, esperar
la casualidad de mi vida, la más grande, ..., pero no me daba
cuenta de que, aunque mi vida sólo hubiese dado la vuelta una
vez, mi viaje había llegado a su fin...
Un solo gesto que me calme, una mirada que me observe, un
corazón que por mí lata, y un viejo avión con el
que viajar es todo cuanto una vez pedí, y es todo cuanto mi
corazón espera, y ya no tengo más, pues lo he dejado...
"Es bueno que las vidas tengan varios círculos, pero la
mía, mi vida, sólo ha dado la vuelta una vez... he
escrito tantas veces tu nombre dentro..."
(En el recuerdo de Marga)